miércoles, julio 19, 2006

SERENDIPITY


Anoche fue una noche larga una noche sumerjida en el humedal de su locura y en las ansias renovadas por tenerlo nuevamente entre sus piernas cateando su sabor por dentro y por fuera. Que ganas de sentir la brisa de su aliento que le acaricia el cuello con la sutliza de sus manos, con su desenfreno absurdo confundido en una mirada dulce que penetra sus ojos. Una magia la confunde entre seguir esperando por renovarse entre sus manos o sucumbir ante el ardid de una ventura solapada.
Ya no hay forma de decir que no ni pedir perdón, sólo queda rendirse ante el resplandor del sino de sus deseos, forjados en la lucha predecedora al desmembramiento ebrio entre los órganos dispuestos a unirse en cruenta pasión. Comienzan a recorrer sus dedos la planicie de sus caderas, comienza el juego por arremeter en la dicha de poseerla sin duda ni compasión y acabar con el recelo y el sometimiento al estímulo de lo correcto, siguen las toqueteadas profundas de anhelo mutuo, recorre su lengua la explanada de sus senos, la encierra en un abrazo profundo que revuelca las brasas de su hoguera, hasta el próximo evento en donde sazonarán la cálida mesa que los verá unirse.

lunes, julio 17, 2006

GATTUSO

El temor de las zigzageantes caderas lo enmuedecen, ya quisiera tenerla en sus brazos, poseerla y nombrarla a los cuatro mil vientos....sí porque para él no existe más que la autoflagelación interna que e desdice con el caminar de sus fogeantes y turjentes músculos que pasan despavoridos ante la suculenta atracción que le provoca su mirada. La intimidación que siente sólo lo deja sumirse en una burbuja de llanto y celos, remordimientos y rencor, pero sin duda todo este cúmulo de sensaciones lo dejan jadeante y solicitante de una dosis de placer ante la murga de sus movimientos que hacen de su cuerpo terreno fértil a la destrucción y al calor del concilio entre ambas formas delirantes y yacentes al combate.
Todo lo convierte en un entrenamiento duro y explosivo que abre sus sentidos a la gloriosa experiencia de encontrarse con ella y esperar la llegada del entumededor comienzo...del abrazo serpentino que más tarde se transforma en una escalofriante madeja de caricias y suntuosas estocadas que preparan el terreno para la siembra fructífera de cada gota de sudor derramada anteriormente, del comenzar zigzageante del que fue preso... el murmuro de los cortos acercamientos antes vividos.
Luego, despacio muy despacio se acerca y nuevamente corrije posturas y enaltece las caderas para prominarle los más exquisitos y duros sablazos de efusión y ganas de partirla en dos, para asi llegar a contener juntos la magnífca sensación de conseguir entrar al suburbio de los gemidos y el destilar de ese jugo sabroso y poderoso del cual no hubo mayor antecdedente en su cuerpos ahí votados, tirados y tendidos en medio del escenario culebreándose al más puro estilo de dos sueltas y locas vívoras prestas al encunetro carnal.
Se le enrojecen las orejas, se erizan sus pelos, revolotean por todos lados las miradas que le provocan la indecencia de eso que escondió por muxo tiempo, deja que afloren todos los sentidos y se sumerje en una magia de poder y penetración indócil al escándalo y apasionado por desatar la locura de sentirse jadear sobre ella llenándola de idolatría por sus besos y por el desahogo que le provoca llenarla y satisfacerla en lo profundo.
Ella no pueda ,sino, hacer replicar todo ese jolgorio por enclavarse en sufigura, destronando asi toda presencia enmudecedora de calor adyacente al sudor continuo antes destilado por aquella otra presencia.

miércoles, junio 14, 2006

CONSTERNADA HASTA EL TUÉTANO....


Siempre con el mismo entusiasmo de la primera vez, del primer encuentro entre ellos...dos cuerpos que solicitan ser llevados al confín de los sentidos, donde se unde el sabor y el anhelo por conseguir, aunque sea, un pequeño mástil de amor, pasión y deseo febril. Al igual que ese entonces, ella lo esperaba cautelosa y meticulosa, detenidamente paciente y segura entre tanto desconsuelo que invadía ese momento, ese espacio, ese lugar en común que comparten a la hora de amasar la inconsecuente idea de entrega mutua. Esa noche había algo, una presencia insidiosa que penetraba sus ojos, que no lo dejaba disuadirse de lo cotidiano y vanal, que no hacía posible que se entregara a ella para poder disfrutarlo y llegar a compenetrar por completo su condición y naturaleza, ¿que más se podía pedir, sino que estuviese ahí?.
Muchas preguntas se le vienen a la mente, pero la más importante y elocuente de todas es ¿para qué?. Sigue la interrogante, ¿la razón de lo absurso o la estupidéz de la razón? ¿qué hace que no pueda más acercarse a su cuerpo?, ¿qué hace posible el alejamiento entre ellos?. Trata de volverlo a ver, imagina otra vez como se siente su piel junto a la suya, sueña con sentir su olor encima suyo y masajear sus costillas con las yemas de sus dedos, fantasea con el devenir de esas interminables noches, divaga incansablemente con el deseo candente y perpetuo de que él posea una maestría en su vientre. ¿Porqué se fue?, ojalá ella pudiera una véz más sentir el acariciar de su mirada, apreciar nuevamente la invasión a su matríz a cargo de éste soldado fugáz y enérgico que dejó desierto el valle de sus gemidos. Revolotea de jolgorio con sólo imaginar la hora de entrar en comunión con sus gemidos y situarlos en el podio de un amanecer eterno y fulmiante de algerias que no migran, perpetuar el acto magnífico que querer estar ahí presentes en cada momento.
En donde quiera que se encuentre su cuerpo se solicita , se requiere el regreso al festejo de nuestras almas inciertas, pero dispuestas a vivir extenuantes la posesión efectiva de cada instante que nos pertenezca juntos.

viernes, mayo 05, 2006

En la Puerta del Horno

La frecuencia de los pasos que la llevan al destierro de sí misma y a la segura ofrenda en la que se está convirtiendo su cuerpo hacen que derrepente todo intento por preservar la conducta afable, de la cuál nunca ha carecido, logre destapar una vorájene de elocuentes avistamientos, como si se tratara de una olla bulliciosa de donde emergen todo tipo de alimentos listos para servirse. Hasta que al fin otra vez se encuentra en medio del ajo del aceite hirviendo que quema su piel con un sabor insaciable, todo termina bien, bien digerido al más puro estilo de las mejores sesiones de festín veraniego con las que gozaba antiguamente. Súbitamente antes de verse completamente devorada, no supo cómo, pero la fiebre comenzó a aumentar en su vientre, y la idea de ser cortada por ese trozo verdaderamente placentero fue incrementando el poder debastador del hambriento deseo de engullir ferozmente a ese corpulento plato preparado sólo para la ocación otoñal. Rápidamente él comenzó a saborear todo su cuerpo, conviertiéndolo en una suave masa al horno, que prontamente tendría lugar en su boca partiendola en pedazos.

martes, abril 11, 2006

Incontinente Deseo

Se trataba de un pequeño ardid lleno de suntuosos detalles que fueron proliferados esa noche en medio de todo el desorden que provocaba en su cuerpo el contorneo voraz de sus sentimientos. El corazón pareciese que iba a escaparse del lecho de su pecho, ansioso y palpitante aunaba todos los esfuerzos por mantenerse incólume ante la eminente presencia del instigador de sus afecciones, mejorías y alucinaciones. Ese dia transcurria en medio de un despampanante zigzagueo viceral que mantenía en constante vigilia al iracundo deseo de pertenencia que yacía entre los cuerpos de los citados al encuentro.
La distancia mantenía en perfecto estado la condición del deseo que permanecía fuerte, vigoroso y dichoso de existir. Casi como si se tratara de un recuerdo, ella lo abordó con cariño y con la afable sensación de haberlo reconocido como el mismo de siempre, como aquel sujeto que constantemente sostuvo que volvería a verla. Naturalemte ella, conmovida por las circunstancias, creyó que lograría mezclar ambas cosas, las sensaciones que tuvo en ese instante...la añoranza del avistamiento y la actitud enfática de persistencia de un sujeto en poseerla y que está ahi dispuesto a ser poseído tal cual ella lo deseaba.
Ese mix de emociones jamás imporvisaría una mirada, una palabra ni un destello de falsedad alguna, pero al fín la escusada se dió cuenta de algo maravilloso...aquél tipo no era el de siempre, este figura como un ente que transforma sus miradas en un avistamiento de cierta novedad, de absoluta nobleza y que a ella le perturba en lo mas profundo. Junto a él todas las barreras que ella se ha impuesto son derribadas de sopetón, casi de manera inexorable ante él.
Una sensación de júbilo atravieza el costado de su alma, del mismo modo comienza a tejerse una red de confusos sucesos que van aparcando la tarea de consumirse en el abrazo constrictor que tanto ella anhela. La exquisita sensación de contemplar la visita de este ser transforma en ardiente paciencia la espera de asistir a la fuente de las solicitudes de su pasión, el jolgorio y la devocion por ser "uno" los dos. Al fin sus cuerpos se entrelazan y sienten gota a gota el néctar destilante del fruto caído desde el cielo que cubre sus cabezas, desde el cielo que cobija sus intenciones, los instintos y la sugerencia de estar juntos.

martes, marzo 28, 2006

Cosa Exquisita

Mas quisiera ella tener el consentimiento de la razón para poder llevar a cabo toda acción que merece sentir su corazón, embarcarse en un buque de pasión que navega por el amazonas personificado en la fuerza de su pecho acojedor y misterioso que embarga a su semblante. Esta fuerza nutre de ansiedad y angustia a los corazones de estos locos amantes, ésta misma fuerza proveniente de las más feroces vertientes de fuego se transforman en un angosto afluente que aprovisiona todo el maravilloso poder de tenerlo entre sus entrañas ella a él y él a ella. Una vez trancurrida la posesión la fuente de energía que emana de los cuerpos fogueados en pasión y lijeramente asustados por la emoción del pavor que asiste al furtivo encuentro de los deseos de cada uno, convierte sus almas en un sólo ente personificado en un abrazo constrictor que los dejará profundamente conectados sin medir las proporciones de su abrazo.

lunes, marzo 13, 2006

Mágico Sucedáneo

Pena sintió ella cuando se percató de que al son de su pasión ofuscose tanto la voz de su interlocutor, sin más pena que razón aquél día no comenzó con la alegria y la devoción de la tentación humeante que enciende el atrever prohibido...cuando se enrarecía el aire, poco a poco se dejaba sentir el fuego quemante de la osadéz pocas veces percibida cómo algo correcto. Pero entre tanta escabullida sensación de posesión sucede lo mejor que antecede a la tentación, el reclamo del autoplacer concebido por orden y gracia de la sugestión de tenerlo entre mis piernas y sentir como se transforma en un auténtico sucedáneo del placenter que distribuye el propulsor de toda mi inspiración...el fruto turjente que recorre los más infinitos caminos conducentes a la villa carnal que se emplaza en mi silueta, silueta que zigzageantemente reacciona ante su magistral rectitud y potencia impulsora que hace gemir la voráz contienda del deseo.